Violencia de Género

¿Qué es la violencia de género?

Es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino, que tenga o pueda tener como resultado, un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad en el ámbito de la pareja, tanto si se produce en la vida pública como en la privada.

Entre las actitudes machistas y la violencia de género en el entorno de la pareja tal y como se entiende legalmente, solo hay un paso. Toda actitud machista es una violencia hacia la mujer,  pero si nos ajustamos a la definición que la Ley Integral de 1/2004, encontramos actitudes previas al maltrato que pueden convertirse en verdaderas herramientas de control sin ser consideradas delito. Estas actitudes en ocasiones se transforman en estrategias para instaurar el poder, son los llamados micromanchismos (Luis Bonino 2004). Los impedimentos para el desarrollo personal y social de las mujeres.

El objetivo de la violencia de género es mantener el control y la subordinación de la mujer al hombre para seguir manteniendo la estructura social en la que vivimos, el patriarcado y la ideología con la que llevan a cabo este sistema, el machismo y androcentrismo.

Los elementos claves de esta violencia son:

  • El factor de riesgo es ser mujer.
  • Hay agresiones físicas, psicológicas y sexuales, junto con amenazas.
  • Estas agresiones y amenazas pueden ser públicas y privadas.
  • No se busca destruir o eliminar a las mujeres, sino supeditarlas al hombre.

¿Por qué lo llamamos violencia de género?

Lo llamamos así porque de esta manera lo recoge la ley, por lo que es la forma consensuada y que todo el mundo la entendemos, pero podemos encontrarla como violencia machista, violencia contra la mujer o violencia por razón de sexo, siendo esta la expresión más correcta, ya que este tipo de violencia se produce de un hombre hacia una mujer por el mero hecho de serlo.

Tipos de violencia de género

  • Violencia física: empujones, golpes, bofetadas, tirar o agarrar del pelo, lanzar objetos duros, patear, quemar, ahogar, estrangular, cortar, apuñalar, golpear la cabeza contra algo, autolisis…
  • Violencia sexual: relaciones sexuales no consentidas, violaciones forzadas, acoso sexual, embarazos forzados, enfermedades de transmisión sexual, infidelidades, abuso emocional en las relaciones íntimas, …
  • Violencia psicológica: intimidación, desvalorizaciones, aislamiento, amenazas, insultos, desprecios, humillaciones, miedo, culpa, abuso emocional, de los espacios, del tiempo,.
  • Violencia económica: impedimentos para acceder al trabajo, prohibiciones explícitas, acoso en su trabajo, chantajes, ocultación de ingresos y cuentas bancarias, no acceso al dinero, deudas contraídas…

Evolución de la violencia

La violencia de género en la pareja se instaura progresivamente, estableciendo poco a poco el orden de dominio-sumisión. Si el maltrato se ejerciera en los primeros contactos, la mujer rompería la relación con menos dificultades, ya que visualizaría los actos violentos y dejaría la pareja.

Las primeras señales son las actitudes machistas en forma de micromachismos y amor romántico, a las que no les presta atención porque llevan tanto tiempo con nosotras que las hemos interiorizado tanto que creemos que es lo normal y verdadero.

Los comienzos suelen aparecer mitos del amor romántico: entrega absoluta y dedicación a la otra persona, vivencias de felicidad muy intensas, pensar todo el tiempo en la otra persona, vivir para el momento del encuentro, idealizar a la otra persona, la otra persona nos complementa, media naranja, estas falsas creencias componen la etapa del enamoramiento.

Aparecen los celos, el control, la desconfianza, culpabilización de hechos puntuales, abusos emocionales y económicos. La desacredita, pérdida de credibilidad de la mujer y desautorizaciones cada vez más frecuentes.

Esto unido a los primeros intentos de aislamiento de amistades, familia y posibles apoyos de su entorno, le permite un mayor control de la relación. El aislamiento se hace cada vez más acusado y se hace extensible a todos los ámbitos de la mujer, lo que facilita la ocultación de la violencia y permanece en el ámbito privado.

Las desvalorizaciones se hacen cada vez más frecuentes y persistentes ampliando a todas las facetas y capacidades de la mujer. En este momento la mujer duda de sí misma y piensa que no hace nada bien, no es buena esposa, buena madre y buena ama de casa, se siente fracasada en su proyecto de vida y su autoestima se ve fuertemente dañada. Deja de creer en ella misma y deja que su maltratador dé las pautas y normas para que todo funcione mejor en la relación.

Ella asume progresivamente la culpa de los conflictos, discusiones y problemas de la pareja. Se cuestiona a sí misma y piensa que no se entrega lo suficiente para que todo funcione bien en la familia. Comienza a dejar de opinar, proponer, hablar… porque suele ser motivo de discusión.

En el caso que la mujer cuestione a su pareja, entonces la agresividad verbal hacia ella se incrementa: insultos, amenazas, culpa y miedo. La finalidad es mantener la obediencia de la mujer. Él se siente atacado y despreciado al ser cuestionado, su valía personal se fundamenta en la capacidad de imponer criterios, normas y decisiones. Siente que la mujer se le rebela y como “hombre” debe imponerse ante la situación para que su mujer entienda los papeles que ambos deben desempeñar.

Una vez establecido el control de la situación, el varón no necesita poner en marcha ninguna herramienta más, solo ejercerá las que ya están establecidas para mantener el orden de dominio-sumisión.

¿Cómo funciona el ciclo de la violencia?

Leonore E.A. Walker (1979) fue la primera autora que habló del síndrome de la mujer maltratada y del ciclo de la violencia. Es patrón cíclico en el proceso de la violencia y es utilizado de manera unánime por profesionales e investigadores/as que trabajan en este ámbito.

  • Tensión. En esta primera fase el agresor va acumulando tensión por todo aquello que en la relación no es como él considera que debe ser. Se trata en realidad de una serie de tácticas coercitivas con el objeto de aislar a la mujer de las posibles redes de apoyo y hacerla dependiente del propio agresor (tanto en lo económico como en lo afectivo).
  • Explosión. Afirmación contundente de dominio. Es una reacción intensa de fuerza destinada a asustar y establecer definitivamente el control. Suele ser una agresión física o también el uso de amenazas graves. En algunos casos puede destruir objetos comunes o propios de la mujer. No hay causa real, aunque el agresor siempre la encuentra en algún acto de la mujer (por ejemplo no tener la cena preparada o una camisa planchada).
  • Luna de miel. El arrepentimiento. El agresor manipula a la víctima para mitigar el sentimiento de culpa y evitar que la relación termine. Esta etapa también es conocida como “Luna de miel” porque el agresor comienza a hacer regalos y promete a la mujer que todo va a cambiar, que está muy arrepentido de lo que ha pasado y que nunca volverá a repetirse. Una vez que disminuye el sentimiento de culpa y el riesgo de ruptura, la tensión comienza de nuevo. Esta fase se hace más corta cuanto más dura la relación, llegando a  desaparecer en algunos casos.

Síndrome de la Mujer maltratada

En primer lugar hay que tener en cuenta que no existe un perfil de mujer maltratada, cualquier mujer puede ser víctima del maltrato, independientemente de su clase social, nivel de formación, raza o religión. Pero sí hay unas características parecidas que aparecen como consecuencia del maltrato. Alguna de ellas son:

  • Baja autoestima. Miedo y estrés.
  • Interiorización del machismo, dependencia del hombre y en general de todas las figuras de autoridad.
  • Conmoción psíquica aguda. Crisis de ansiedad. Depresión. Trastornos alimentarios (anorexia, bulimia). Trastornos del sueño.
  • Incomunicación y aislamiento provocado por el continuo desamparo social.
  • Sometimiento, subordinación, dependencia.
  • Desorientación, dudas e indecisiones por bloqueo emocional.
  • Culpabilización de lo sucedido.
  • Desmotivación, ausencia de esperanzas. Incertidumbre.
  • Carencia de poder real para solucionar el problema.
  • Generalmente, antecedentes parentales de violencia familiar.
  • Protección del agresor, por miedo y por la falsa creencia de que ella lo puede hacer cambiar.
  • Oculta o no da importancia al maltrato que recibe, por lo que su familia o amistades lo ignoran.
  • Atribución de cualidades positivas al maltratador por encima del maltrato que recibe: “es buen padre”, “trabajador”.
  • Unión perversa de afecto y agresión, “si me pega o me insulta es porque he hecho algo mal y quiera ayudarme a corregirlo”.

Medidas para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres y prevenir la violencia de género

  • Movilización comunitaria. Consecución del compromiso de todos los niveles de la sociedad, representantes de los gobiernos locales, líderes de la comunidad, organizaciones no gubernamentales y grupos de mujeres.
  • Trabajo con los hombres. No se conseguirá eliminar la violencia contra la mujer sin la participación de los hombres. Comprometer a los hombres en la aceptación y respaldo de los nuevos roles a desempeñar por las mujeres resultan claves para poner fin a la tolerancia social ante la violencia ejercida contra las mujeres.
  • La capacitación y la sensibilización de periodistas y otros profesionales de la comunicación, que contribuirá a mejorar la calidad de la información y a elevar el nivel de conciencia y comprensión de las causas y consecuencias de la violencia contra la mujer por parte del público en general.
  • Educación y fortalecimiento de capacidades en el sistema escolar. La educación es clave  para concienciar acerca de la violencia de género y atacar y erradicar los estereotipos de género desde las edades más tempranas.
  • Familia: es el pilar fundamental para fomentar la igualdad  el feminismo. Descartar roles de género y convivir de una manera respetuosa e igualitaria entre hombres y mujeres.

Bibliografía

  • Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.
  •  Walker, Leonore (2012). Síndrome de la Mujer Maltratada. Ed: Desclée de Brouwer.
  • Hirigoyen, Marie-France (2006). Mujeres maltratadas. Los mecanismos de la violencia en la pareja. Ed: Paidós Ibérica.
  •  Lagarde, Marcela (2000). Claves feministas para la autoestima de las mujeres. Ed: Horas y Horas.

Si necesitas ayuda, solicita una cita con nuestra psicóloga especialista en violencia de género en Dos Hermanas y hablemos.

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