Ansiedad: cómo solucionarla

La ansiedad es una reacción automática de nuestro cuerpo que nos prepara para enfrentarnos a una amenaza. Nos sirve para afrontar peligros reales y situaciones no cotidianas, que implican un reto o desafío. Nos hace actuar de una manera más eficaz y rápida. 

Si nos centramos en la situación actual que vivimos de pandemia y confinamiento, la aparición de la ansiedad es algo normal y adaptativo, incluso podríamos decir que saludable. Piensa que sin ella no verías ese peligro real que es el coronavirus, creerías que tú no te puedes contagiar, ni tu familia, seguirías saliendo a la calle de manera habitual, a trabajar, a relacionarte sin tomar las precauciones debidas y no cumplirías las normas impuestas.

El verdadero problema de la ansiedad no es que aparezca, sino que día tras día se apodere de nosotros y no tengamos control sobre ella, se convierte en algo desadaptativo y por lo tanto no nos permite seguir con nuestra vida cotidiana. Es lo que se denomina problemas o trastornos de ansiedad, que se clasifican en 7 tipos siendo los más conocidos los trastornos de ansiedad generalizada, el obsesivo-compulsivo o las diferentes fobias, a los que dedicaremos un artículo completo en próximas publicaciones.

Síntomas de la ansiedad

Este es uno de los motivos más frecuentes por los que las personas acuden a terapia. Este tipo de alteración psicológica presenta síntomas tanto  físicos, cognitivos (del pensamiento) y conductuales. A continuación de detallan algunos de ellos:

FÍSICOCOGNITIVOSCONDUCTUALES
  • Sudoración
  • Tensión muscular
  • Palpitaciones
  • Taquicardia
  • Temblor
  • Molestias en el estómago
  • Dificultades respiratorias
  • Sequedad en la boca
  • Dolor de cabeza
  • Preocupación
  • Temor
  • Inseguridad
  • Dificultad para decidir, pensar o concentrarse
  • Miedo
  • Pensamientos negativos sobre si mismo/a
  • Temor a que se den cuenta de que lo estamos pasando mal
  • Evitación de situaciones temidas
  • Fumar, comer o beber en exceso
  • Movimientos repetitivos (rascarse, tocarse…)
  • Tartamudear
  • Llorar
  • Quedarse paralizado/a

¿Como afrontar la ansiedad?

La ansiedad puede afrontarse de dos formas y cada una tiene unas consecuencias diferentes:

EVITACIÓNCONFRONTACIÓN
  • La ansiedad será mayor la siguiente vez
  • La ansiedad se extenderá a otras situaciones
  • Perderás habilidades relacionadas con la actividad que te provoca ese malestar
  • La ansiedad se irá convirtiendo en algo irracional
  • Perderás el control de esa situación y la confianza en ti mismo/a, pudiendo afectar a tu autoestima
  • La ansiedad se irá reduciendo en sucesivas exposiciones
  • La ansiedad se reducirá a situaciones concretas
  • Mantendrás las habilidades relacionadas con la actividad
  • Comprobarás que la ansiedad puede controlarse y no debe producir los efectos que tú temes
  • Aumentarás la confianza en ti mismo/a y la sensación de control

Si te decantas por una estrategia de confrontación de la ansiedad, ya que sus consecuencias te parecen más positivas, tendrás que exponerte a la situación que la provoca, ya sea la que tenemos actualmente o cualquier otra que te haya surgido en otro momento, por ejemplo, una entrevista de trabajo, un examen, conducir, conocer a gente nueva, hablar en público… Una vez la tengas localizada, puedes seguir las siguientes recomendaciones, y recuerda que si no eres capaz de hacerlo por ti misma/o siempre puedes acudir a un profesional de la salud mental para que te ayude.

  •  Escribe una lista de pasos progresivos que seguirás para enfrentarte a la situación que te provoca el malestar. Cuando seas capaz de realizar la primera de manera relajada, pasarás a la siguiente y, así, sucesivamente. Debes hacerlo poco a poco y nunca exponiéndote a lo que no quieras, porque puede ser contraproducente y ralentizar el proceso.
  • Al exponerte a la situación, la ansiedad aumenta. Si es así, vas bien. La ansiedad y su malestar asociado es incómodo, pero nunca peligrosa, por muy intensa  que la vivas, llega hasta un punto, a partir del cual comienza a bajar.
  • El proceso de descenso de la ansiedad debes experimentarlo en la situación que te la provoca. Esto puede llevarte algún tiempo, por lo que no debes abandonar la situación. Si lo haces tendrías que irte de nuevo al inicio.
  • Durante la exposición puedes utilizar técnicas de control de  la ansiedad como por ejemplo la relajación progresiva de Jacobson. Se trata de manejar la ansiedad, nunca eliminarla.
  • Cuantas más veces te expongas a las situaciones que te producen ansiedad , mayor sensación de control tendrás, la subida del malestar será menor, durará menos y bajará más rápido.

Recuerda que esto es un proceso y tú eres una persona individual y con determinados recursos. No se trata de conseguir esto de un día para otro, sino de mantenerse constante. Permítete fallar y aprender del error. Al fin y al cabo, lo que no nos mata nos hace más fuertes.

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